lunes, 23 de agosto de 2010

SUB PROCESO - 2

HISTORIA DE LA ESTADISTICA


Desde los comienzos de la civilización han existido formas sencillas de estadísticas, pues ya se utilizaban representaciones gráficas y otros símbolos en pieles, rocas, palos de madera y paredes de cuevas para contar el número de personas, animales o ciertas cosas. Hacia el año 3000 A.C. los babilonios usaban ya pequeñas tablillas de arcilla para recopilar datos en tablas sobre la producción agrícola y de los géneros vendidos o cambiados mediante trueque. Los egipcios analizaban los datos de la población y la renta del país mucho antes de construir las pirámides en el siglo XXXI a.C. Los libros bíblicos de Números y Crónicas incluyen, en algunas partes, trabajos de estadística. El primero contiene dos censos de la población de Israel y el segundo describe el bienestar material de las diversas tribus judías. En China existían registros numéricos similares con anterioridad al año 2000 A.C. Los griegos clásicos realizaban censos cuya información se utilizaba hacia el año 594 A.C. para cobrar impuestos.

El Imperio romano fue el primer gobierno que recopiló una gran cantidad de datos sobre la población, superficie y renta de todos los territorios bajo su control. Durante la edad media sólo se realizaron algunos censos exhaustivos en Europa. Los reyes carolingios Pipino el Breve y Carlomagno ordenaron hacer estudios minuciosos de las propiedades de la Iglesia en los años 758 y 762 respectivamente.

Después de la conquista normanda de Inglaterra en 1066, el rey Guillermo I de Inglaterra encargó un censo. La información obtenida con este censo, llevado a cabo en 1086, se recoge en el Domesday Book. El registro de nacimientos y defunciones comenzó en Inglaterra a principios del siglo XVI, y en 1662 apareció el primer estudio estadístico notable de población, titulado Observations on the London Bills of Mortality

COMIENZOS DE LA ESTADISTICA

Los comienzos de la estadística pueden ser hallados en el antiguo Egipto, cuyos faraones lograron recopilar, hacia el año 3050 antes de Cristo, prolijos datos relativos a la población y la riqueza del país. De acuerdo al historiador griego Heródoto, dicho registro de riqueza y población se hizo con el objetivo de preparar la construcción de las pirámides. En el mismo Egipto, Ramsés II hizo un censo de las tierras con el objeto de verificar un nuevo reparto.

En el antiguo Israel la Biblia da referencias, en el libro de los Números, de los datos estadísticos obtenidos en dos recuentos de la población hebrea. El rey David por otra parte, ordenó a Joab, general del ejército hacer un censo de Israel con la finalidad de conocer el número de la población.

También los chinos efectuaron censos hace más de cuarenta siglos. Los griegos efectuaron censos periódicamente con fines tributarios, sociales (división de tierras) y militares (cálculo de recursos y hombres disponibles). La investigación histórica revela que se realizaron 69 censos para calcular los impuestos, determinar los derechos de voto y ponderar la potencia guerrera.

Pero fueron los romanos, maestros de la organización política, quienes mejor supieron emplear los recursos de la estadística. Cada cinco años realizaban un censo de la población y sus funcionarios públicos tenían la obligación de anotar nacimientos, defunciones y matrimonios, sin olvidar los recuentos periódicos del ganado y de las riquezas contenidas en las tierras conquistadas. Para el nacimiento de Cristo sucedía uno de estos empadronamientos de la población bajo la autoridad del imperio.

Durante los mil años siguientes a la caída del imperio Romano se realizaron muy pocas operaciones Estadísticas, con la notable excepción de las relaciones de tierras pertenecientes a la Iglesia, compiladas por Pipino el Breve en el 758 y por Carlomagno en el 762 DC. Durante el siglo IX se realizaron en Francia algunos censos parciales de siervos. En Inglaterra, Guillermo el Conquistador recopiló el Domesday Book o libro del Gran Catastro para el año 1086, un documento de la propiedad, extensión y valor de las tierras de Inglaterra. Esa obra fue el primer compendio estadístico de Inglaterra.

Aunque Carlomagno, en Francia; y Guillermo el Conquistador, en Inglaterra, trataron de revivir la técnica romana, los métodos estadísticos permanecieron casi olvidados durante la Edad Media

ESTADISTICA ACTUAL

En nuestros días, la estadística se ha convertido en un método efectivo para describir con exactitud los valores de los datos económicos, políticos, sociales, psicológicos, biológicos y físicos, y sirve como herramienta para relacionar y analizar dichos datos. El trabajo del experto estadístico no consiste ya sólo en reunir y tabular los datos, sino sobre todo el proceso de interpretación de esa información. El desarrollo de la teoría de la probabilidad ha aumentado el alcance de las aplicaciones de la estadística. Muchos conjuntos de datos se pueden aproximar, con gran exactitud, utilizando determinadas distribuciones probabilísticas; los resultados de éstas se pueden utilizar para analizar datos estadísticos. La probabilidad es útil para comprobar la fiabilidad de las inferencias estadísticas y para predecir el tipo y la cantidad de datos necesarios en un determinado estudio estadístico.

DEFINICION DE ESTADISTICA

ESTADÍSTICA, rama de las matemáticas que se ocupa de reunir, organizar y analizar datos numéricos y que ayuda a resolver problemas como el diseño de experimentos y la toma de decisiones.

ENCUESTA

Una encuesta es un estudio observacional en el cual el investigador no modifica el entorno ni controla el proceso que está en observación (como sí lo hace en un experimento). Los datos se obtienen a partir de realizar un conjunto de preguntas normalizadas dirigidas a una muestra representativa o al conjunto total de la población estadística en estudio, formada a menudo por personas, empresas o entes institucionales, con el fin de conocer estados de opinión, características o hechos específicos. El investigador debe seleccionar las preguntas más convenientes, de acuerdo con la naturaleza de la investigación.

Tipos

Cuando es posible listar o enumerar a cada uno de los elementos de la población se dice que la encuesta es un censo. Es decir, un censo es una encuesta que se realiza a toda la población. El inconveniente de este tipo de encuesta es que suele ser complicada, reunir mucho tiempo, y ser económicamente costosa. Tiene, claro, la ventaja de que si no se cometieron errores en su realización, asegura que se posee información de cualquier individuo de la población.

El censo pocas veces otorgan, en forma clara y precisa, la verdadera información que se requiere. De ahí que sea necesario muchas veces realizar una encuesta muestral (también llamada, encuestas por muestreo) a la población en estudio, para obtener información suplementaria en relación a la otorgada por el censo. En estas encuestas se elige una parte de la población que se estima representativa de la población total. Debe tener un diseño muestral (o sea, un proceso de selección de la muestra), necesariamente debe tener un marco muestral (lista de elementos pertenecientes a la población de la cual se obtendrá la muestra) y ese marco, cuando se trata de personas, suele obtenerse del censo de población. Si no se cuenta con un censo, dependiendo de la información buscada, puede ser reemplazado por un padrón electoral, un directorio telefónico, etc.

Una forma reducida de una encuesta por muestreo es un "sondeo de opinión", esta forma de encuesta es similar a un muestreo, pero se caracteriza porque la muestra de la población elegida no es suficiente para que los resultados puedan aportar un informe confiable. Se utiliza solo para recolectar algunos datos sobre lo que piensa un número de individuos de un determinado grupo sobre un determinado tema.

Actualmente, existen sistemas de gestión de encuestas en internet, que están acercando su utilización a investigadores que hasta el momento no tenían acceso a los medios necesarios para ejecutarlas.
La importancia de las investigaciones y estadísticas sociales


Formularé otros interrogantes más concretos. ¿Cuántas personas de más de 65 años hay en Cantabria y cuáles son sus condiciones de vida? ¿Qué opina la población de nuestra región de sus políticos? ¿Qué opina de la calidad de vida que existe en la región? ¿Y en su pueblo o ciudad? ¿En qué emplean el tiempo libre los jóvenes? ¿Cómo se sienten y qué necesidades sociales tienen los cuidadores de los enfermos de alzheimer? ¿Cuál es el nivel de integración social y laboral de los inmigrantes? ¿Están satisfechos los docentes con el funcionamiento de la escuela? ¿Cómo viven y cómo se sienten las amas de casa? ¿Cuál es el nivel de lectura de los cántabros? ¿Qué desayunan los adolescentes? ¿Por qué razones un sector de la población no hace ejercicio físico? ¿Qué opinan los ciudadanos del funcionamiento de los servicios públicos? ¿Qué le gusta y qué rechaza la población de nuestro sistema sanitario? ¿Qué se conoce y qué se opina de las actividades culturales que realiza la Caja de Ahorros? ¿Qué opinan de la región los que nos visitan?


A estos y otros muchos interrogantes tratan de responder las investigaciones sociales. Y, como a nadie se le debería escapar, sus respuestas son importantes. No se trata de mera curiosidad. No responden a un simple ejercicio académico. Las respuestas a esas preguntas tienen un fin práctico: vivir mejor, que la sociedad progrese, que las organizaciones y servicios funcionen mejor, que los ciudadanos seamos más conscientes de nuestra realidad. Por otro lado, que las instituciones consulten a los ciudadanos es un indicador de la salud democrática de una sociedad.
Afortunadamente, en los últimos tiempos se ha incrementado en Cantabria el número de investigaciones y estadísticas sociales, pero tenemos mucho camino por andar; en relación con otras comunidades, el déficit es importante. Todos debemos alegrarnos por el funcionamiento, desde el año 2004, del Instituto Cántabro de Estadística. Entre otra valiosa información, el Icane proporciona datos sobre asuntos como: la demografía, la climatología, la industria, la construcción, el mercado de trabajo, el turismo, las empresas, etc. También, los que nos dedicamos a la Sociología, nos felicitamos por contar con la Encuesta Social de Cantabria, donde se puede encontrar información sobre, por ejemplo, opinión política, ocio, salud y educación. Otro dato: la Consejería de Sanidad y Bienestar Social acaba de realizar el estudio 'Condiciones de vida y pobreza de la población de Cantabria' (el anterior estudio sobre este tema lo realizó Cáritas). Es decir, las instituciones públicas y las entidades privadas cada día son más conscientes de que la investigación social es importante y, en consecuencia, más a menudo elaboran o encargan trabajos de este tipo, pero existen una serie de problemas fundamentales que no se han abordado. Según mi criterio, las principales carencias de la investigación social en Cantabria son las siguientes:

1. En comparación con otras comunidades se hacen pocos estudios sociales. Hay muchos ámbitos de nuestra realidad social en los que la carencia de información es enorme. No se ha instalado la costumbre de preguntar a los distintos grupos sociales cómo viven, cómo sienten, qué opinan, qué demandan, qué necesitan.

2. En términos generales, existe una infrautilización de las estadísticas y estudios que se realizan. En ocasiones, parece como si el único objetivo fuese justificar que un determinado departamento se ha interesado por un tema; en consecuencia, una vez que los responsables políticos aparecen en la prensa el trabajo pasa a adornar la biblioteca. No hace falta subrayar que la investigación social, especialmente la que se lleva a cabo desde las administraciones, debe servir para orientar políticas. Los datos sirven para planificar una actuación o para corregirla. El planteamiento de A. Comte sigue siendo básico: «Saber para prever, prever para poder». ¿Cómo es posible que desde organismos públicos y organizaciones privadas se planifiquen actuaciones sociales sin apenas conocer las necesidades y deseos de la población? ¿En qué cabeza cabe que se desarrollen programas, año tras año, sin evaluar su funcionamiento?
3. Las estadísticas y los estudios que se realizan se difunden muy poco. Todo el esfuerzo económico y de investigación debería utilizarse, además de para actuar, para que el conjunto de los gestores públicos, los representantes políticos, investigadores, técnicos, profesionales y educadores se apoyen en esas aportaciones y, por otra parte, para que la población reflexione y tome conciencia de la realidad social.
4. En la mayoría de los casos, los organismos públicos carecen de un programa general de investigación social. Es decir, se realizan investigaciones sueltas, sin continuidad, con metodologías distintas, sin un plan global. La ausencia de series que permitan la comparación y la evolución de un comportamiento, de una opinión, de una necesidad social o del funcionamiento de una institución resulta penosa.

5. La falta de coordinación entre organizaciones y entre profesionales es lo habitual.
6. No existe un banco de datos que reúna, y ponga a disposición de los investigadores y de toda persona interesada, los trabajos de investigación social que se realizan en la región.
7. Además, los recelos políticos, el corporativismo y las envidias entre profesionales también están presentes.
Para finalizar, quizá no esté de más insistir en que la investigación social debe responder a seis principios fundamentales: honestidad científica, rigor técnico, independencia política (sí, como se ha repetido, los datos deben responder a valores no a partidos), transparencia, respeto a la población y utilidad social.
En mi opinión, todos los que de una u otra forma estamos relacionados con el análisis, la gestión y la intervención social tenemos mucho que hacer. Y el conjunto de la población nos lo debería exigir. Afortunadamente, en los últimos tiempos se ha incrementado en Cantabria el número de investigaciones y estadísticas sociales, pero tenemos mucho camino por andar; en relación con otras comunidades el déficit es importante. Debemos alegrarnos por el funcionamiento del Instituto Cántabro de Estadística, pero persisten las carencias
El uso de los medios tecnológicos de la comunicación y la información por estudiantes y maestros normalistas
Parte I. Uso de la computadora e internet

Con la finalidad de conocer la disponibilidad y el uso de los medios tecnológicos de la comunicación y la información, como recursos para el aprendizaje que los maestros y estudiantes normalistas utilizan, la Dirección General de Normatividad llevó a cabo en el mes de marzo de 2003 la aplicación de encuestas en escuelas normales públicas en seis entidades de la República.

Se aplicaron dos cuestionarios en distintos grupos, tanto a profesores como a estudiantes. El primero estuvo orientado al empleo en general de medios impresos y electrónicos, y en particular sobre el uso de los medios informáticos. El segundo, dirigido al uso de la Red Edusat, particularmente al empleo de la serie Transformar a las Escuelas Normales. En esta gaceta se presenta la información recabada específicamente en relación con el uso de los medios informáticos.

Las entidades fueron seleccionadas considerando su ubicación geográfica y número de escuelas normales. Las encuestas se aplicaron en 30 escuelas normales de las siguientes entidades: Baja California, Jalisco, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.

Equipamiento y oferta de servicios

En cuanto al funcionamiento de las aulas de cómputo se pueden destacar los siguientes aspectos:

• Las escuelas visitadas cuentan, al menos, con un aula de cómputo funcionando, excepto dos escuelas que no laboran en edificio propio.
• Los servicios básicos que brindan son: préstamo de computadoras e impresoras, y en la mayoría de los casos se ofrece el servicio de internet. De manera complementaria también se ofertan cursos y/o talleres de paquetería básica (procesador de textos y hoja de cálculo) y de internet.
• Cuentan con la asesoría y orientación de al menos un responsable del aula, cuyo perfil profesional está relacionado con la computación.
• Operan bajo su propio reglamento y en un horario preestablecido, en periodos de tiempo que van desde cuatro horas hasta 14 horas diarias de atención.
• Los equipos de cómputo se encuentran, en general, en buenas condiciones. Como puede observarse en el cuadro 1, el número de equipos con conexión a internet es más bajo en relación con el número de equipos existente en el aula.

Uso de los medios de la comunicación y la información

En cuanto al empleo de los medios de la comunicación y la información impresos –periódicos y revistas– y electrónicos –radio, televisión, audiocintas, videos, teleconferencias, discos compactos e internet–, como puede observarse en las siguientes gráficas, los estudiantes y los profesores recurren a estos medios para apoyar su tarea educativa. En la gráfica 1 puede apreciarse que, de manera general, los medios impresos son más utilizados que los medios electrónicos. Cabe destacar que, en la mayoría de los casos, los medios impresos y electrónicos se emplean en las instalaciones escolares.

2 comentarios:

  1. Buenas tardes apreciados alumnos: Excelente trabajo, ahora sí de fácil lectura y buena información, muy completa. Los felicito

    Reciban un afectuoso saludo.

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  2. hola Gregoria y compañeros nosotras pasamos aqui a ver su blog y nos parece que esta muy bien solo que nosotras pensamos que les falto que no nadamas copien y pegen si no que escriban lo que estudes entendeieron o lo que entienderon, bueno eso creemos nosotras.

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